domingo, 13 de enero de 2019

Aniversarios

ANIVERSARIO

*Poema compuesto el 9 de Enero de 2019, en Torrijos. Día que hubiera sido cumpleaños de papá.


Sucede siempre en el calendario
que, ya bien entrado el mes de enero,
teniendo por delante el mes entero,
llega el día nueve su aniversario.

Hace ochenta y cinco años tal día como hoy,
en Torrijos, gran pueblo toledano,
vio la luz aquí de primera mano,
y cuyo uno de sus ocho hijos yo soy.

Pedro, hijo de Pedro y Catalina,
el mediano de tres hermanos era;
pasó aquí infancia y juventud entera,
y unos años en costa levantina.

En dos días cumple noventa y nueve*
meses desde que nos dijo su adiós;
vaya usted, papá querido, con Dios,
deja adonde quiera que Él te lleve.

Natalia y tus hijos no te olvidan,
sin duda, en nuestra memoria estás
y, aunque en la Tierra no te veamos más,
intercedes en lo que con fe a Dios pidan.

Aniversario, dulce aniversario,
este año no soplarás las velas,
tampoco habrá más número de esquelas,
ni en la Iglesia ni las que da el vicario.

Suenan las campanas del campanario,
algo anuncian que se va a celebrar;
en casa, vamos a conmemorar,
otro año, papá, tu aniversario.



OTRO ANIVERSARIO

*Poema compuesto el 12 de Enero de 2019, en Torrijos. Día que hubiera sido cumpleaños de mi abuelo Modesto (único de mis cuatro abuelo/as que conocí en vida).


Era capricornio, no sagitario,
tenía ochenta y seis a sus espaldas;
nunca se andaba con juegos de faldas,
y menos aún en su aniversario.

Treinta años hace que nos dejó,
aquel mil novecientos ochenta y nueve;
y aunque del cementerio no se mueve,
su alma, yendo al cielo, de allí se alejó.

Ciento dieciséis años se cumplen hoy
desde que Sigüenza le vio nacer,
entre ocho hermanos jugar y crecer;
de sus muchos nietos, uno yo soy.

Modesto, hijo de Eduardo y Carmen,
de oficio había sido delineante;
diseñaba planos interesantes
para que los arquitectos los armen.

Tus hijas, Natalia y Ángeles, y tus nietos,
te recuerdan como padre y abuelo;
recordamos del bastón algún duelo,
y de tus capones, muchos aprietos.

Mas también recordamos tus regalos:
los domingos, al regresar a casa,
panchitos y cacahuetes en masa
traías, si no habíamos sido malos.

Vamos, mamá, a rezar el Rosario;
coge, si quieres, el escapulario,
que tenemos que cumplir nuestro horario
mientras celebramos su aniversario.

Año Nuevo

FELIZ AÑO NUEVO

*Poema compuesto el 1 de Enero de 2019, en Madrid (donde pasé la nochevieja de 2018 con mi madre, mi hermano 
Jesús -en su casa- y dos amigas suyas).


A escribir este poema hoy me atrevo:
no es cualquier día el primero del año;
en el calendario noto algo extraño:
yo te deseo, amigo, feliz año nuevo.

Atrás quedó, con sus uvas, el viejo,
pensar en nuevos propósitos debo,
y aunque ya quince horas de estreno llevo,
cosas atrás difícilmente dejo.

Nuevas ilusiones y nuevas metas,
cual ante su carrera los atletas,
también los místicos y los ascetas,
mentalizarse ante un buen par de tetas.

Persigue tus sueños, mas yo te ruego
que te tomes la vida como un juego,
acepta el regalo; deja atrás tu ego;
me agradecerás el consejo luego.

¡Feliz año nuevo, feliz año nuevo!
no me ofrezcas vino, que yo no bebo;
prefiero tomar pan y agua con huevo,
pues yo el alcohol ya ni lo pruebo.

Brindaremos este dos mil diecinueve,
déjate llevar por el Espíritu que conmueve;
aunque este año no veas la nieve,
los Reyes Magos vendrán en breve.

Este año voy a hacer lo que debo,
que si es de nieves, lo es de bienes,
¡ay, dos mil diecinueve, que bien nos vienes;
bienvenido seas, feliz año nuevo,



YA VIENEN LOS REYES

*Poema compuesto el 5 de Enero de 2019, en Torrijos (Víspera del día de Reyes).


Ya vienen los Reyes por aquel camino,
traen regalos desde el lejano Oriente.
No dejan hogar sin llevar un presente;
hacen llegar todos a su destino.

Tradición es desde hace dos mil años,
a Belén llegaron entonces sobre sus cabalgaduras,
bien ataviados, surcando montes, desiertos y llanuras,
atravesando regiones y países extraños.

Aquella noche de invierno en Palestina,
siguiendo la estrella que les guiaba,
llegaron a la cueva donde el Niño estaba,
en su pesebre, y el periplo termina.

Oro, incienso y mirra para el pequeño gran Rey,
la Virgen y San José absortos estaban,
viendo como sus majestades a su Hijo alababan,
cumpliendo, al adorarle, del amor su nueva ley.

Contemplando así los sabios al Mesías,
se cumplían las antiguas profecías;
nacería Enmanuel aquellos días,
como, de antiguo, predijo Isaías.

Hoy, algo más de veinte siglos después,
aquel hecho cada año por estas fechas se conmemora,
y aunque no son aquellos tiempos los de ahora,
solemos todos recibir regalos, idealmente tres.

Ya vienen los Reyes por aquel camino;
lo celebramos con roscón y vino.
Este poema, pues, ya mismo termino;
te lo dedico, amigo, como regalo divino.