martes, 12 de febrero de 2019

Estudio y descanso

EL EXAMEN 

*Poema compuesto el 17 de Enero de 2019, en Torrijos, el día después de mi examen de Inglés C1. 


 Ha llegado el día del gran dictamen,
de aquí a unas horas será el momento;
no sé si saldré triste o contento,
pero esa es la hora del gran examen.

Llevo más de dos meses estudiando,
haciendo simulacros y otras pruebas;
tú no me digas a mí cuánto llevas
haciendo tests, leyendo y repasando.

Relájate ahora que dos horas faltan,
tranquilízate y los nervios serena;
mejor pasar sin gloria ni pena
que ser de los que por nada se exaltan.

¡Examen, examen, dichoso examen!
Por fin, amigo, ha llegado la hora;
contesta rápido, sin más demora,
pero, primero, espera que te llamen.

Pasa si no sabes una pregunta,
no te detengas y no te bloquees;
cuando no entiendas muy bien lo que lees
sólo lo justo piensa y barrunta.

No seas demasiado perfeccionista,
pues de ello no depende la vida;
pero si algo importante se te olvida,
muchísimo más vales tú, artista.

No por bordarlo creo que te aclamen,
mas comprendo que quieras aprobar;
sólo que en tiempo lo has de entregar.
Hazlo ya, que ha terminado el examen. 



EL CONCIERTO

*Poema compuesto el 18 de Enero de 2019, en Torrijos, tras regresar mamá y yo de un concierto de la Coral del Conservatorio de Toledo en la Colegiata aquella noche de viernes.


No sé si es en sala o en abierto,
pero gustar de música requiere;
no hace falta que nadie más te espere,
vámonos a disfrutar del concierto.

A las nueve de la noche empieza,
no deberíamos irnos con prisa,
pero nada más acabar la misa
dará comienzo, así que... ¡ligereza!

Ya preparan sus voces los cantantes,
los músicos afinan sus instrumentos;
atención, porque de aquí a unos momentos
tendremos sensaciones muy vibrantes.

¡Concierto, concierto, esperado concierto!
¿quién escuchara un solo sonido
de tu latir y quedarse dormido?
Yo creo que permaneceré despierto.

Bien se lucen el violín y el piano
mientras el director guía a la orquesta;
para rematar una obra como ésta,
los "solos" de tenor y de soprano.

Finalizó ya el tercer movimiento
con una impresionante cadencia;
esta obra maestra tiene, por esencia,
una fuerza que conmueve el sentimiento.

Son las doce, el recinto está desierto,
la música ha acabado hace un buen rato;
y la verdad, para serte sensato,
hemos disfrutado bien del concierto. 



EL VIAJE

*Poema compuesto el 21 de Enero de 2019, en Torrijos, tras despedirme de mi hermano Jesús para emprender su viaje de retorno, en tren, a Madrid.


Ya terminé de hacer el equipaje,
dentro de poco nos vamos a ir,
pues llega pronto la hora de partir,
la hora de comenzar nuestro viaje.

Vamos rápido a la estación de tren,
saca el billete y vamos al andén,
no te despistes y a mi lado ven,
que partiremos en un "santiamén".

Ya echa a andar el tren con su "cha-ca-chá",
comienza nuestra modesta travesía,
pues es cuestión de una hora y no de un día
el tiempo necesario para llegar allá.

Te deseo, compañero, buen viaje,
para la ocasión elegiste buen traje;
es preciso que usted pague el peaje,
si no podrían decirle que se baje.

Queda mucho trayecto todavía,
relájate, escucha música o lee,
de lo contrario es fácil que se maree;
se lo digo yo, no es ninguna manía.

Acabamos de llegar a Leganés, 
suben al vagón nuevos pasajeros,
unos glamurosos, otros austeros;
¿cuántas paradas quedan?, ya sólo tres.

Amigo, el megáfono da su mensaje,
estamos ya en la estación de Atocha;
si quieres, el cinturón desabrocha,
pues aquí ya terminó nuestro viaje.



LA SIESTA

*Poema compuesto el 24 de Enero de 2019, en Torrijos. Tarde de jueves en la que decidí no ir a la biblioteca y quedarme en casa y echarme la siesta para reponerme de la falta de sueño propiciada por la noche anterior.  


La comida resultó algo indigesta,
deberíamos reposar un poco;
es bueno dejar descansar el coco
y tomar una placentera siesta.

La mandarina aún está en mi boca,
me la tragaré a regañadientes
y, después de limpiarte bien los dientes,
échate en la cama, es lo que toca.

Hay que recuperar sueño perdido,
ayer trasnoché sin darme bien cuenta,
me acosté hacia la una y cuarenta
y además tardé en quedarme dormido.

Relájate ahora y baja la persiana,
ponte algo de música si quieres,
deja para luego tus quehaceres
que, si hoy no puedes, ya harás mañana.

Entre cabezada y cabezada
a lo mejor al timbre alguien llama;
rehúyeles si alguien te reclama,
diles que está consultando a tu almohada.

Ojito con que nadie te despierte,
las horas de descanso son sagradas,
pues sueñes con princesas o con hadas,
ya al levantarte volverán a verte.

Despierta ya, amigo, es la hora sexta,
espero que hayas descansado bien;
supongo que ahora estarás a cien, 
después de tu reparadora siesta.




 

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