MADRID
*Poema compuesto el 10 de febrero de 2018, en Torrijos.
Una villa en el centro de España
desde donde el rey nos dice: "¡venid!";
a orillas del Manzanares se baña
la impresionante ciudad de Madrid.
Asentada entre las dos Castillas,
rica llanura entre las dos mesetas;
de su mejor club capitán fue Casillas,
y en sus bancos abundan las pesetas.
La osa y el madroño por escudo,
de nuestra España es la capital;
que aunque haya que dejar a alguien mudo,
Madrid vela por la unidad nacional.
Ir por los "madriles" no es cosa banal;
vanguardia de corrientes artísticas,
aunque hoy algunos ejemplo den mal,
hay también buenas almas más místicas.
De tantos episodios escenario
de la historia de nuestro gran país;
además, un país de sagitario,
como Arancha, la que venció en París.
De París y de todos los franceses
tiene Madrid un recuerdo imborrable;
pero como hemos hecho muchas veces:
"fuera de aquí", España es inexpugnable.
Gallegos, vascos, catalanes todos,
andaluces y extremeños: "¡venid!";
esto es España de todos modos,
y la capital de España, Madrid.
TOLEDO
*Poema compuesto el 21 de febrero, en Torrijos.
Andando por sus angostas callejas
mientras rezo una Salve y un Credo,
voy con otras almas, niñas y viejas,
por la grandiosa ciudad de Toledo.
A orillas del río Tajo se asienta
sobre la ancha tierra castellana,
de joyas de la historia opulenta,
por doquier arte y cultura emana.
Cuna de artistas, santos y letrados,
esta ciudad a todos enamora;
mires donde mires, a todos lados,
cada rincón un encanto atesora.
Capital de la España visigoda,
allí convivieron las tres culturas;
esta ciudad no pasa de moda,
poco en siglos cambió, a penas duras.
Si alguna vez a Toledo vas,
visita obligada es la Catedral,
el Alcázar, Zocodover y más:
impresionante ciudad imperial.
No porque ostente leyendas de brujas
puede decirse que sea de miedo,
ni aunque marquen las doce las agujas:
lo que digan, a mí me importa un bledo.
Pero yo te digo, si a hablar me empujas:
"Ésta es mi ciudad; esto es... Toledo."
TORRIJOS
*Poema compuesto el 19 de febrero de 2018, en Torrijos.
Siempre será el pueblo de mi infancia,
donde según los padres, son los hijos;
ninguno luce tanta elegancia
como en su Sementera, mi Torrijos.
Mediado mayo se viste de gala
a venerar su Santísimo Cristo;
donde antaño jugaba con cubo y pala,
mi plaza cambió en un visto y no visto.
Torrijos, Torrijos, tierra castellana,
feudo Real en la baja Edad Media;
Don Pedro el Cruel, su justicia ufana
y sus juicios son hoy tragicomedia.
Teresa Enríquez y su Colegiata
Santísimas son del gran Sacramento.
¿Qué no hiciera aquí tal mujer sensata
que erigió la Parroquia en un "momento"?
Siempre fuiste tierra de olivares;
pasan los siglos, mas permanecen fijos
tus tesoros, que abundan como mares,
de tus calles, plazas y cobertizos.
Quisiera yo morir en estos lares,
los de mi dulce y entrañable Torrijos.
